Lo emocionante que tiene el destino es que nunca sabes si vas a ganar cuando crees que está todo perdido, o cuando vas a perder cuando crees que tienes todo ganado.
jueves, 17 de noviembre de 2011
Cuando las palabras no bastan. Porque dentro quema algo que no se pude decir. Que no se cosigue decir. Cuando quien tienes delante en lugar de darte la respuesta que querías, dice otra cosa. Dice más, dice demasiado. Ese demasiado que es nada, que no sirve para nada. Y que hace el doble de daño. Y el único deseo es devolverle ese dolor. Hacer daño. Esperando así sentirse un poco mejor.
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